China aumenta en un 55,8% el carbón suministrado a las productoras eléctricas en 2013.
El pasado lunes 21 de diciembre salieron a la luz los acuerdos entre el gobierno chino y las empresas productoras de electricidad, que adquirirán 1,87 millones de toneladas de carbón en este nuevo año. Esta cantidad supone un 55,8% más de la que compraron en el 2012.
Este aumento es la consecuencia de la liberalización del sector del carbón, anunciada por las autoridades en diciembre de 2012.La decisión fue acogida con agrado por las productoras carboneras del país asiático. En los últimos meses del año pasado, el consumo energético interno de China volvió a aumentar, la oferta y la demanda volvieron a equilibrarse y los precios del carbón se estabilizaron. Por este motivo el gobierno eliminó las restricciones impuestas en enero del año 2012.
Existen algunos expertos que creen que la liberalización del sector del carbón, supondrá en un futuro un aumento de sus precios. Hay incertidumbre al respecto, además la mayoría de la energía de China depende de la producción de este material. Es una industria clave para el funcionamiento del país, tanto la del carbón térmico (utilizado para generar energía térmica o calor) como la del metalúrgico (utilizado en la industria siderúrgica).
A pesar de esto, según las palabras de Zhang Yongiun, analista del Centro de Intercambios Económicos Internacionales en China, la subida de precios no ha de ser necesariamente brusca. Mientras la demanda externa no se recupere, el aumento de los precios no tendría sentido.
También existen analistas, que, a pesar de no creer que los precios serán más altos, se muestran críticos con la decisión gubernamental de cancelar los límites en las tarifas. Es el caso de Mike Bastin, profesor en la Universidad de Economía y Negocios Internacionales en Beijing, y en la Escuela de Estudios Contemporáneos de China en la Universidad de Nottingham (Reino Unido).
Según este, el gobierno debería actuar para equilibrar la situación entre demanda y oferta, teniendo en cuenta la debilidad de la demanda internacional causada por la crisis global, y el exceso de oferta, que será aun mayor al aumentar los suministros de carbón. Además, con la liberalización del sector existirá un riesgo mayor de la creación de monopolios. Bastin cree que las restricciones han de imponerse también en regiones autónomas, como la de Shanxi, perteneciente a Mongolia, una de las productoras más importantes en toda la zona. E incluso piensa que las limitaciones de precios no son suficientes para solucionar el desequilibrio, sino que solo lo remedian a largo plazo. Se debe apostar por reformas que fortalezcan y hagan más competitiva esta industria, ya que si la demanda sigue cayendo muchas productoras se verán obligadas a cerrar.
Pese a esto, Mike Bastin está a favor de otorgar cierta libertad comercial a los productores para seguir estimulando el crecimiento del sector. Pero en cualquier caso, es fundamental un control eficiente por parte del gobierno, que además de fortalecer la producción de carbón, ofrezca seguridad laboral a los trabajadores en las minas.
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