China y Taiwán llevarán a cabo nuevas negociaciones en materia de servicios.
China y Taiwán, o la República de China, emprendieron nuevas negociaciones relativas al sector terciario o servicios el pasado viernes 14 de junio. El encuentro entre las autoridades de ambas regiones, que abrirá un camino hacia la liberalización y desarrollo, tuvo lugar en Shanghái.
Hasta la actualidad, han existido ciertas controversias en el entendimiento entre ambos territorios. Taiwán, es todavía conocido por muchos países como la República de China. Tras la victoria de Mao Zedong, la isla fue la única región donde encontró refugio el bando nacionalista y pasó a ser conocida como la República de China, en contraposición con el resto del país o República Popular de China. Actualmente, estas denominaciones no son apenas utilizadas.
Sin embargo, a pesar de que existen varias naciones que reconocen la soberanía e independencia de Taiwán, desde los años setenta son cada vez menos. La región sigue reclamando a China ciertas competencias y derechos propios.
Es por esta razón que los nuevos acuerdos de libre comercio pueden ser considerados un buen punto de partida para el entendimiento y la cooperación entre China y Taiwán. Según Xinhua, se emprenderá la apertura de más de 80 áreas de servicios desde China hacia Taiwán, así como serán abiertas otras 64 en la dirección opuesta.
Habrá muchas áreas que serán reguladas por los nuevos tratados en las que se comenzará a trabajar por un modelo de cooperación. Entre ellas podemos encontrar la sanidad, el turismo, los transportes, el ocio, las finanzas…
Para efectuar los acuerdos, ha sido necesario el consenso entre los representantes de dos organizaciones pertenecientes a ambas regiones. Estas son, por parte de China, ARATS, o Asociación de Relaciones a través del Estrecho de Taiwán; y por la de Taiwán, SEF, o Fundación de Intercambios del Estrecho.
Es la primera vez que se pone en marcha un proceso con tantos acuerdos en materias tan importantes. Sin embargo, las autoridades taiwanesas piensan que estos resultarán más ventajosos para la segunda potencia económica del mundo que para ellos.
Sea como sea, los tratados, que vienen a completar el plan o Tratado Marco (de cooperación) iniciado hace tres años, en el 2010, serán una gran oportunidad para impulsar el intercambio entre ambas regiones. Y no solo se beneficiarán China y Taiwán, sino que también otras muchos países del continente asiático podrán obtener ventajas de esta unión.
China, que siempre se ha caracterizado por su crecimiento industrial y productivo, debe ahora trabajar para fomentar el sector que lidera ahora su desarrollo: los servicios. Por esta razón, los acuerdos firmados con Taiwán y con el resto de regiones, constituyen una oportunidad que el gobierno debe aprovechar al máximo.
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