China establece una Nueva Zona de Libre Comercio en Shanghái.
El pasado domingo 29 de septiembre, tuvo lugar la apertura de una Nueva Zona de Libre Comercio o “free trade” en Shanghái. Dicha ciudad constituirá un gran empuje para la economía de todo el país, ya que cuanta con muchos incentivos como ser considerada como la capital financiera de China, y también, para ser uno de los lugares clave del desarrollo económico en todo el mundo.
El proyecto, cuya puesta en marcha lleva preparándose todo el verano, será el primero desarrollado en la parte continental del país asiático. Según el comunicado oficial, servirá para poder impulsar y experimentar muchas reformas que luego serán aplicadas en otros lugares del país. Aunque todas las nuevas medidas tendrán que ser aun minuciosamente estudiadas por la Comisión Permanente del Congreso.
La zona ocupará una extensión de 11 millas o 28,78 kilómetros cuadrados. Abarcará en su interior otras cuatro áreas comerciales, cada una separada de las otras y reguladas de forma específica. También estará incluido en la nueva zona el aeropuerto de Shanghái y un parque industrial.
Son muchas las reformas que el gobierno pretende poner en marcha, para conseguir que el Área de Shanghái disponga de los estímulos necesarios para hacerla atractiva a ojos de los inversores.
La mayoría son relativas al impulso de una política fiscal basada en la liberalización de los impuestos y de los tipos de interés. Las empresas extranjeras tendrán varios incentivos, de los cuáles, uno de los más esperados es la posibilidad de abonar los impuestos de la renta en un periodo de cinco años. Y los trabajadores de esas empresas, podrán también realizar el pago de sus acciones en el mismo intervalo de tiempo.
Esta propuesta será especialmente interesante para aquellas empresas que acaben de comenzar a desarrollar su actividad económica, ya que si pueden pagar sus impuestos de un modo más relajado podrán invertir la mayor parte de su capital en su propio crecimiento.
También hay buenas noticias para las empresas de recursos humanos, que podrán disponer de un 70% del riesgo de su capital en caso de ser extranjeras, y serán financiadas de forma total si proceden de Macao o Hong Kong.
La política monetaria será otro de los puntos clave dentro de la nueva zona de Shanghái. Las autoridades tienen como objetivo la internacionalización de la moneda china, el yuan. Para ello, pondrán en marcha reformas en las tasas de cambio para favorecer su convertibilidad. Sin embargo, se continuarán imponiendo algunas restricciones en lo que respecta al excesivo flujo de capitales, para evitar que afecte perjudicialmente al crecimiento económico, como ya pasó en otras ocasiones.
La nueva zona de comercio de Shanghái será, por lo tanto, una especia de banco de experimentación. Son muchos los analistas que establecen una comparación con la otra zona importante del país, la del área de Hong Kong. Ésta, constituye un ejemplo perfecto que podrá servir a la hora de rebajar las tasas comerciales, y a la hora de establecer un sistema impositivo menos regularizado. Además Hong Kong cuenta con una potente red de infraestructuras y comunicaciones, no en vano, tiene uno de los puertos de comercio más importantes del mundo. Y otro de los alicientes que presenta es sus políticas fiscales y jurídicas, basadas en el modelo norteamericano de la jurisprudencia.
También, unidas a las ya 25 empresas que se instalarán en la zona, se establecerán entidades bancarias y multitud de áreas de servicios.
En resumen, la Nueva Zona de Libre Comercio de Shanghái, es uno de los proyectos más ambiciosos de China, que ve en éste una nueva oportunidad para seguir adelante con el crecimiento del país y para frenar la desaceleración económica y la escasez de demanda.
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