La crisis del acero chino, a vueltas con la industria siderúrgica
La industria siderúrgica en China se está viendo también afectada por la crisis económica mundial y por la falta de liquidez de sus propias empresas. El país asiático es el mayor productor de acero a nivel mundial, con un 45% de la producción total; y a su vez, ocupa el primer puesto en el consumo de dicho metal.
Pero en este último año, el sector ha experimentado una desaceleración en la demanda, mientras que en la década anterior, el crecimiento aumentaba rápidamente. La producción, que suele seguir al consumo, se incrementó entre un 11,4% y un 24,9% anualmente entre el 2001 y 2010. Sin embargo, desde verano del 2011 hasta la actualidad, el crecimiento se desaceleró un 7,3%, y las previsiones para el 2013 son también a la baja. Como consecuencia de esto, los precios del acero también están disminuyendo. Alguna de las causas de esta tendencia podemos encontrarlas en el encarecimiento de las materias primas en todo el mundo, en el debilitamiento de los sectores de la construcción y la explotación, y en el exceso de la capacidad de producción del país.
En este contexto de pérdidas, más de veinte productoras de acero están afrontando serios problemas de efectivo, y no son capaces de hacer frente a los pagos que les reclaman sus acreedores. Por esto, se han visto obligadas a saldar la deuda poniendo en garantía sus existencias materiales para poder ser solventes de nuevo. El problema, es que tras varias investigaciones, muchos bancos han descubierto que esas existencias no existían ya, o que incluso estaban prometidas a otros prestamistas. Las autoridades chinas han encontrado indicios de esta situación en empresas como Shanghái Baoyand, o Shanghái Milurin. Incluso Baosteel, la principal acería china y la segunda a nivel mundial, se ha visto obligada a vender su filial a la empresa matriz, la Corporación Grupo Baosteel, debido a sus enormes pérdidas económicas y a su falta de rentabilidad.
El gobierno de Shanghái envió circulares en verano a todas las empresas estatales dedicadas a la producción siderúrgica, solicitando un informe detallado para verificar la cantidad total de existencias que tenían en los almacenes. Pero debido a la falsedad de muchos de estos recibos, cada vez son más los bancos que se niegan a aceptar el acero como garantía para cobrar sus préstamos, y que tampoco están dispuestos a conceder más créditos. Incluso algunos como China Minsheng Bank y China Everbright Bank han presentado ya demandas contra los traders de acero.
Mientras tanto, el gobierno intenta hacer frente a la situación, adoptando medidas como por ejemplo, medidas antidumping a las importaciones de tubos inoxidables de acero procedentes de Europa y Japón, para favorecer al producto nacional. Sin embargo esto no será suficiente. La caída del consumo de acero, a la larga tendrá graves consecuencias para el resto del mundo. Muchas de las materias primas utilizadas en las fundiciones, como el hierro o el carbón, son importadas de otros lugares como Brasil y Australia. Se necesita hacer frente a los problemas globales para volver a reactivar el sector y que la demanda vuelva a crecer, así como fortalecer y sanear la siderurgia interna.
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