La industria láctea china continúa recuperándose.
La industria de los productos lácteos en China tuvo su momento de gloria hace aproximadamente una década, cuando experimentaba un crecimiento fuerte y constante. Sin embargo, en el año 2008, una serie de incidentes relacionados con la calidad de los productos provocaron una enorme crisis en las empresas dedicadas a la producción y venta de leche y derivados.
Todo empezó cuando los medios publicaron unas informaciones referidas al descubrimiento de melamina en preparados lácteos y otros productos. La melamina es un componente químico altamente tóxico que suele utilizarse en la fabricación de plásticos y envases, y que provoca enfermedades graves como cáncer, cálculos renales y problemas en los aparatos urinario y reproductor.
Lo que empezó siendo un problema aislado, acabó salpicando a 22 empresas y más de setenta marcas dedicadas al sector; y hubo miles de casos de bebes afectados, incluso varias muertes. Entre las compañías que distribuyeron productos contaminados se encontraban algunas de las más importantes de China, como Sanlu, la mayor productora de leche del país, que acabó en bancarrota.
A partir de ese momento, el gobierno reconoció la gravedad del caso, y puso en marcha una exhaustiva campaña de control con el objetivo de sanear el sector y de recuperar la confianza de los consumidores del país y del resto del mundo. Se realizaron una serie de cambios en la normativa y comenzaron a hacerse análisis más continuos y revisiones periódicas en fábricas y empresas. Las compañías de la industria, por su parte, invirtieron más en la reforma de sus bases de producción y se adquirieron una mayor conciencia y responsabilidad en lo que respecta a la calidad de sus productos.
China es el tercer país más importante en cuestión de producción de lácteos, por detrás de India y EEUU (que ocupa el primer puesto). Sin embargo, lo sucedido con la melamina repercutió en las compañías nacionales, y la leche importada de empresas extranjeras cobró más importancia saliendo beneficiada. El consumo interno de lácteos y derivados también se vio afectado, además este ya era irregular, debido a que se compra más leche en las zonas urbanas de China que en las rurales.
A pesar de los problemas y las dificultades a las que el sector ha tenido que hacer frente, parece que las perspectivas vuelven a ser favorables. Según los últimos datos publicados, los ingresos de la industria láctea ascendieron a 43,3 mil millones de dólares en el periodo que va desde el 2008 hasta el año pasado; lo que supone un aumento de un 14,6% interanual.
Parece que el futuro del sector vuelve a ser positivo; sin embargo casos como éste, no hacen más que recordar la importancia de ser responsable y riguroso frente a la calidad de la producción de cualquier tipo de industria. Y por supuesto, que es fundamental la realización de controles e inspecciones para que evitar y prevenir este tipo de incidentes.
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