Sigue adelante la construcción de una zona de libre comercio en Shanghái.
Después del éxito de la implementación de zonas piloto en regiones como Shenzhen o Hong Kong, el gobierno de Shanghái es el siguiente en poner en marcha una zona piloto en la Nueva Área de Pudong, situada al este de la provincia.
Tras solicitar los permisos pertinentes para el establecimiento de la zona en mes de enero de este año, el proyecto fue aprobado finalmente la semana pasada. Las autoridades planean comenzar con su construcción a partir de la segunda mitad del 2013, aunque se necesitarán unos tres años para finalizarlo.
Según los propios miembros del gobierno de Pudong, la nueva zona económica será una de las más importantes que se desarrollarán en los próximos años, por lo que su construcción es una de las prioridades para toda la provincia. Los analistas económicos coinciden en que son muchos los puntos a favor en Shanghái para que el proyecto salga adelante.
La zona tendrá una extensión aproximada de 28 km. cuadrados, que abarcarán las tres áreas de libre comercio más importantes de la región: la zona de Waigaoqiao, el Área portuaria de Yangshan y el aeropuerto de Pudong.
Son muchas las ventajas que proporcionará esta nueva zona piloto en Pudong. Por una parte, se favorecerán las exportaciones y las importaciones, lo que será muy beneficioso para impulsar la débil demanda externa de todo el país. También se favorecerá a las empresas que realicen sus negocios en ultramar. El comercio será por tanto, más factible y se eliminarán muchas de las imposiciones económicas a la hora de realizar las gestiones.
Pero sigue siendo necesario estimular el consumo interno de la propia región. Otro de los proyectos preparados en Pudong consiste en la construcción del parque de atracciones Shanghái Disneyland Resort, que tiene previsto finalizarse en el año 2015. Esto constituye una excelente oportunidad para incrementar los ingresos de la provincia y posibilitar la entrada de nuevos comercios y negocios.
Son muchos los que piensan que la construcción de la free-trade area constituirá una amenaza para Hong Kong, donde existe también esta zona desde hace años. Sin embargo, esto no ha de ser así, e incluso puede ser positivo si ambas provincias colaboran aumentando así su eficiencia y sus comunicaciones.
Shanghái fue hace tiempo el núcleo de desarrollo y una de las regiones más prósperas de todo el país. Es cierto que en los últimos años ha sufrido algunos reveses y una ligera desaceleración, viéndose incluso superada por otras provincias que no parecían tan importantes. Pero si todo sale según lo esperado, la creación de la nueva zona impulsará de nuevo a toda la provincia y constituirá un fuerte empuje para el desarrollo económico de toda China.
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