Auditoría a fábricas

No se puede negar que en un mercado cada vez más competitivo, debe apostarse por la máxima seguridad a la hora de elegir una fábrica para extender la actividad empresarial en cualquier país, como es el caso de China.

En múltiples ocasiones los proveedores chinos no son lo que parecen. Abundan los casos en que un proveedor que se da a conocer en una feria internacional, por catálogo, o por internet, nos enseña lo que dice ser "su fábrica" en fotos o planos, luego ejecuta la producción encargada en otra fábrica totalmente diferente y de peor calidad y seguridad que no tiene nada que ver con lo que nos vendió. En otras ocasiones sí que se produce en la misma fábrica que han mostrado, pero el supuesto dueño no es más que un intermediario que obliga a pagar un precio mayor sin aportar valor. Por otro lado también existe la posbilidad de que el proveedor nos asegure que puede producir lo que nosotros necesitamos sin ningún problema, y que lo que realmente ocurra es que nunca ha producido nada similar hasta la fecha y nosotros seamos su banco de pruebas o conejillo de indias, con el riesgo que eso conllevaría para nuestra producción.

 

Por todo ello es muy recomendable realizar Auditorías a fábricas cuando se quiere comenzar a producir en instalaciones novedosas, o cuando se está en un proceso de elección de proveedor entre varios candidatos

Además de un exhaustivo estudio acerca de la calidad de la producción, es necesario recopilar toda la información posible acerca del proveedor y realizar una buena inspección de las instalaciones. Simplify China le ofrece todos estos servicios y pone a su disposición un informe en el que podrá consultar los resultados finales de esta auditoría y comprobar la adecuación de las instalaciones a los parámetros ofrecidos así como el cumplimiento de los requisitos que ayuden a minimizar un potencial problema en la calidad, tiempo y estafa. También ofrecemos la opción de realizar un reporte de emergencia en menos de 24h. Evite las sorpresas y duerma tranquilo sabiendo donde se está ejecutando su producción.

Son varios los aspectos evaluativos que incluye este documento. En primer lugar, se indicaran los datos básicos del informe: su número de serie, el nombre de la fábrica en cuestión (en inglés y en chino), la fecha de su emisión y el nombre de la persona que lo lleva a cabo. A partir de aquí, el estudio contará con siete fases, en las que, a modo de tabla, se analizarán las características concretas de la fábrica.

La primera fase está dedicada al perfil general de la compañía: su nombre, el año en que se fundó, su nomenclatura y su estatus legal, y el número de teléfono para establecer una comunicación directa con sus responsables. Es importante también indicar cómo se estableció el contacto inicial con ellos y si todas las licencias y registros están en regla.

En la segunda fase podemos encontrar los resultados de la inspección de las instalaciones físicas de la fábrica. El tamaño que ocupa, los edificios de los que se compone y el número de oficinas tienen cabida en esta sección, así como con cuántas líneas de producción cuenta y cuántos días a la semana se trabaja. Debe especificarse aquí si la compañía cuenta con un departamento de calidad propio, un aliciente a tener siempre en cuenta.

El tercer paso consiste en evaluar la fuerza productiva o la situación de los trabajadores de la fábrica. Algunos de los rasgos a tener en cuenta son los siguientes: el número de empleados industriales u obreros, el número de comerciales, el número de trabajadores menores de edad, la formación y servicios adicionales de los que disponen, y las horas trabajadas y el salario percibido por éstas.

La fase número cuatro se compone de la capacidad comercial y los resultados económicos de la compañía. Es decir, si se dedica a un mercado local o también tiene socios comerciales en otros países del mundo, además de cuáles son sus beneficios anuales, sus beneficios de exportación y la cantidad de productos fabricados en el último año. Esta parte del estudio es de suma importancia, ya que de la elección de establecer relaciones con una compañía dependerá principalmente de si resulta o no rentable y de cuál es su “track record”.

En la quinta fase se establecerá si la compañía tiene planes de desarrollar más su actividad comercial, tanto construyendo nuevas fábricas como abriéndose a nuevos mercados. Y por último, en la fase número siete, el responsable de la autoría ha de indicar hasta que punto su trabajo le resulto fácil y si la empresa puso algún impedimento en la realización del informe.

Finalmente, el documento puede incluir fotos o documentos gráficos anexos que den apoyo al trabajo realizado. Esta parte es vital para que el cliente vea con sus propios ojos el verdadero estado de las instalaciones de la empresa y de la producción, así como de productos iguales o similares que el proveedor ya esté ejecutando, con el objetivo de cerciorarnos que realmente puede fabricar lo que le pedimos. También se deben adjuntar copias de documentos como la licencia de negocios y otros certificados.

Una vez el cliente tenga en su mano todos estos datos, le será más fácil determinar si la compañía constituye un socio comercial adecuado para su empresa. Es fundamental tenerlos en cuenta, ya que el éxito de una transacción no dependerá solo de la modernización y la capacidad productiva de la empresa proveedor, también es necesario tener la seguridad de que ésta cumple toda la normativa y los requisitos necesarios a la hora de desarrollar su actividad. La confianza es primordial a la hora de hacer cualquier negocio, y gracias a la auditoria de fábrica el cliente podrá estar más seguro a la hora de tomar la decisión correcta.

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Ejemplo de Auditoría de Fábrica

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